lunes, 30 de octubre de 2017

EL WING IZQUIERDO DE DIOS



EL WING IZQUIERDO DE DIOS
Me preocupa que los jugadores de fútbol crean que sus goles se deben a Dios y sus errores a ellos mismos. Quizás ello explica lo mal que esta el fútbol paraguayo en todos estos años de mayor mezcolanza futbolera-espiritual.

Arrua se cansaba de hacer goles y sabìa que eso se debía a su calidad de goleador y que sus errores, también se debían a èl. Y como él, muchos de los mejores de nuestra historia.

Adjudicar un logro a una fuerza sobrenatural es un signo inequívoco de subdesarrollo, una especie de quinielerismo deportivo, que apuesta al milagro antes que a la propia calidad, al esfuerzo, al talento.

Dios es un señor con suficientes problemas, muchos de ellos sin solución en siglos, como las guerras, el hambre en el mundo, las enfermedades. No estaría mal que los amigos futbolistas le liberaran un poco al pobre señor a que dedique todo su esfuerzo a tales dramas antes que a preocuparse sobre el destino de un tiro de emboquillada desde los 25 metros o a enderezar la trayectoria del tiro de un defensor - troncazo como él solo- que acaba de disparar con la pierna cambiada, encima.

Ademas estos buenos muchachos y la gente que los anima, no se dan cuenta que en el fondo están causando un gran perjuicio al prestigio del señor su Dios, porque la mayor parte de las veces se mandan cada pifiada, que cualquiera que no profese la misma religión llegaría a decir " que Dios de poca calidad".

Obviamente, salvo alguna rarísima excepción que confirme la regla, no se verán estos actos de esoterismo deportivo en el fútbol de los campeones del mundo, o de los países donde el fútbol tiene mayor calidad y prestigio, lo que a su vez ya tendrían que servir de aviso para desalentar tan tercermundista pràctica, típica del colonialismo evangélico, antes que de la fe bien entendida.
Y ya que estamos. Los otros dioses, de otras culturas, son tan futboleros como nuestro Dios?. ¿ como hacen los japoneses, los Nigerianos,los Iranies, los chinos para meter un pinche gol sin la mano de Dios?. Mirà que deben pegarle bien estos tipos. O andan por ahí, Mahoma, Buda, Jupiter y otros grossos dioses también metidos en este entuerto.

¿Será en el fondo alguna competencia de Dioses - en verdad - utilizando a los mortales wines y centrodelanteros de todo el mundo, en una competencia de League of Gods, en las que ellos desde las nubes gozan, con sus palomitas de maíz y cerveza sin alcohol?.
Vaya a saber.

Pero retomando la compostura: Podes creer o no en Dios y esta bien que sea así. Lo que no podès es pretender que Dios deje sus ocupaciones, que supongo son muy relevantes, para que te sople un repentino viento norte que re-oriente una estúpida pelota a las gradas hacia el ángulo superior izquierdo.

Ademas, pongamos que así sea; que antipático seria ese Dios que hace que un club gane y otro pierda no?. Ya tendría que - a esta altura - hacer que ese equipo que siempre esta al fondo de la tabla se plantee seriamente la posibilidad de adorar, mas bien, a alguna deidad exótica de Papúa o lugares así.


Yo prefiero a la fe que coloca a su Dios, cualquiera sea, en el lugar que se merece, y a la hora de jugar a la pelota se haga cargo de sus triunfos y principalmente de sus derrotas.-

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