martes, 2 de julio de 2024

TODO LO QUE SE PUEDE VER DURANTE UN SEMAFORO EN ROJO AMANECIENDO AL DIA SIGUIENTE DE LA NOCHE DE BRUJAS

 



Dos nubes negras, las únicas, empujan al sol y amanece. Las aves que se escuchan por las ventanas abiertas del automóvil, en la desierta avenida, menos que trinar, parecen reclamar con alargados pitidos el por que cuernos tienen que levantarse tan temprano. El domingo va naciendo con su representación crucial del día mas complicado de desperezar de la semana. Y aún así, amanecer - al fin - del domingo, que es el instante raro mas bello del universo.


Toda la cIUdad bosteza su sensualidad de ojos cerrados o quizás entreabiertos. O quizás no sea por sus vapores y humedades de sol naciente y fresco mañanero, sino por la inigualable sorpresa de despertar con un rostro que no terminas de saber si se corresponde con el mismo de siempre o definitivamente usted amanecio con otra mujer. Esa desenfrenada gracia tiene este lento volver a algún lugar, o de algún lugar - uno nunca sabe - respirando ese solo instante del universo en el que la expresión aire puro tiene un sentido, aun menos que por ecologismo porque el pulmón siga funcionando urgentemente.


Luz roja y parada en un semáforo. Alli seis chicos tratan de discernir sobre colores que permiten cruzar la calle y los que lo prohiben; y te detienes a gozar del show, no tanto por la gracia que acumulan al de-construir saberes y convenciones, sino por el impagable espectáculo de los retornos de Halloween. Si señor, eso no se compra con cualquier tarjeta. 

Alli por ejemplo, en ese solo instante de luz redonda que te detiene ves una esbelta señorita que viste una larga capa roja y que sostiene fastidiada una especie de gorro frigio, también roja. Ayer a las 23 era una inocente Caperucita del mismo color, la misma que a esta hora parece comentar - con un osito de peluche inserto entre el escote - lo bueno que supo el lobo, salpimentado y comido.


Pero su amigo, el Zombie no está menos genial, con una prótesis de brazo rascándose la espalda y bebiéndose un jugo de naranja, en cuanto todos saben que los zombies aborrecen el jugo de naranja, al menos cuando termina de amanecer.

Hay un Batman un poco mas allá, discutiendo amargamente con una mina que viste un traje de presidiario. Ambos se gritan con lo mas excelso del dialecto de los borrachos: esas largas frases, resumidas en la idea fuerza : " y es lo ultimo que te quiero decir", pero repetido durante noventa y siete ocasiones.

Más, bizarro, bizarro, es el cuadro que se ve un poco mas allá, donde la esquina baja hacia un callejón empedrado; allí se puede ver un robusto Superman, fruto de una impecable vestimenta e interminables sesiones de gym y pichicatas con esteroides anabólicos. El súper héroe, el más grande de todos los heroes, solo vulnerable a la criptonita verde, vomita torrencialmente, mientras su amiga, una sexy enfermera mira hacia sus otros amigos, blanca y bella, abriendo sus brazos y preguntando ¿ que hago con el?

La luz verde se enciende y los tipos de atrás con su bocina y su cabrona ausencia de humor para seguir mirando la surrealidad abajo de un farol apagado  bajan el telón. 

Finalmente reflexione ya llegando a casa y mientras el porton se abria perezosamente: que pedazo de humanidad le metieron estos pibes descompuestos a todo el Marvel que uno se pueda imaginar. Hasta pense volver con un Emetan para el pobre superman, mira lo que te estoy agregando.






No hay comentarios:

Publicar un comentario

TODO LO QUE SE PUEDE VER DURANTE UN SEMAFORO EN ROJO AMANECIENDO AL DIA SIGUIENTE DE LA NOCHE DE BRUJAS

  Dos nubes negras, las únicas, empujan al sol y amanece. Las aves que se escuchan por las ventanas abiertas del automóvil, en la desierta a...