QUE COBRÓ DOCTOR?
Los Franco, hijos del gran Venerando Franco del glorioso barrio San Antonio de Pilar, eran enormes basquetbolistas, alguno de ellos, como Raimundo, seleccionado Paraguayo y gran animador de las ligas mayores de Asunciòn. Su hermano Sindulfo, aparte de gran valor de las jornadas basquetbolisticas en el lero de Mayo, era un exquisito mediocampista creador, de aquellos que se detenían en el mediocampo durante media hora, sacaba la calculadora, medía la velocidad del viento y encajaba una pelota oportuna que aun yo podía embocarla en el arco rival. Pero no podías pedirle que se concentre enteramente en el partido. Escuchaba mucho a las gradas, digamos.
Aquella vibrante tarde de un clásico de dos orillas del arroyo Ñeembucu, entre el Club America y el Gral Diaz, como era habitual, lo tenía al querido, recordado y admirado Dr. Milciades Ortiz Granada, gran medico y gran deportista, con sus opiniones sobre la actuación del arbitro desde el palco, elevándose de tono.
Llega un momento en que Sindulfo Franco se encontraba transportando la pelota, y dribleando serenamente a tres o cuatro rivales, cuando el Dr. Ortiz lanza una fuerte voz de protesta porque supuestamente el espigado creador cometió una infracción en el ataque.
Sin que el arbitro asuma ninguna medida, ni sople el pito, SINDULFO FRANCO, recoge la pelota del piso y ante el asombro de todos recorre la distancia entre el área grande rival y las proximidades del Palco en el centro de la cancha, eleva su mirada hasta donde se encontraba el Dr. Ortiz y pregunta:
- ¿que cobró Doctor? - con su habitual suavidad.
Y se abre como una flor ese gesto difícil de describir, que se consuma cuando todas las hinchadas se ríen al mismo tiempo, incluyendo al Dr Ortiz y al jugador. Es cuando el humor puede más que la guerra.-
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