EL “BLANCAFLOR”MEDINA
La defensa del Club Obreros Sindicalizados de mi pueblo nunca hubiera sido tan efectiva sin la breve pero histórica participación del Cirilo “Blancaflor” Medina.
Apodo inquietante pero cuya explicación no distaba de un razonamiento significativamente sencillo: pueblo ribereño frontera con Argentina, pacotilleo y micro contrabando floreciente en el que el paso de paquetes de harina era uno de los rubros principales.
Cirilo era un veloz marinero del comercio transnacional en horas de la noche a madrugada, a bordo de su canoa de madera a remos bautizada con el nombre de “Exocet” en homenaje a un hecho balístico muy conocido por esos años de los albores de los ochenta por un asunto entre ingleses y argentinos aún más alla, en el sur.
“Blancaflor” Medina tenía mucha habilidad para captar el amague de los punteros por izquierda, la hamaca del atacante rival jamás lo mareaba pero si llegaba a suceder su sentido de sobre-vivencia siempre reservaba una guadaña afilada que sabía colocar a la altura de la “canilla” descripción maravillosa de una parte baja de la pierna que vaya a saber porque los preciosistas de la lengua le encajaron otros nombres.
Pero lo que quiero rescatar es el talento del periodismo deportivo de mi pueblo que tenia esa cosa para que los apodos no fueran remanidos sino le daban un toque de fosforescencia siempre al recurrir a ese territorio intelectual del sinónimo. Así se podía escuchar que un relator decía de él un día ... “brillante obturación del defensor no leudante” y mira que era muy preciso porque como todos sabemos una marca era leudante y la otra no.
Otro se desgañitaba pidiendo que lo expulsen a este “ salvaje insumo de la torta frita” después de una falta alevosa, o aquel otro que después de un cabezazo y gol transmitió sobre que Medina era “ un vástago de trigo intergalactico”.
Año increíble para el clu aquel 82. También para la actividad de frontera. Laborioso el “Flancaflor” Medina remando a la noche y entrenando como uno más al día siguiente. Ese año contribuyó mucho con el fútbol y con los almacenes del pueblo.
Debía ser hacia las finales del campeonato cuando desapareció por dos semanas hasta que el propio Intendente hizo gestiones ante la Gendarmería argentina para que lo larguen con el noble fin de jugar la final.
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