martes, 2 de julio de 2024

QUE MANERA DE COMPLICAR LA VIDA

Que manera de complicar la vida.

Lorenzo Prieto era record Guinness de permanencia en la bicicleta, paraguayo, falleció el año pasado a los 75 años. Se podría decir que vivía sobre los pedales de una bicicleta. Fue reconocido en todo el mundo con sus shows de permanencia sobre ruedas, actuó en películas, fue doble de famosos.  

En la década del 70 fue a realizar una presentación en Pilar. Recuerdo bien. En el Estadio de Mayo y en la cancha del 1ero de Marzo.

También recuerdo que nosotros andábamos por el 6to año en el Colegio Italiano Santo Tomas, al cual dos años antes habíamos bautizado como Toma-i, alusión que siguió por décadas. 

Retomo. Viste 6to curso, ya estas harto de la academia y con ganas de pasar el ultimo año pleno de compañerismo y aquellas cosas que harán que jamàs te olvides que estuviste en ese momento de tu historia colegial.

La apuesta de Prieto era 24 horas pedaleando sin parar, comenzaba a las 10 de la mañana y debía durar hasta la misma hora del día siguiente. Una parte lo hacia en la cancha del Mayo y la otra en la del Primero de Marzo. Recuerdo que con Chicho Vazquez, Tale Galeano, Pepin Borba, Waldy Gill y Carlos Antola fuimos a la tarde a la cancha de Marzo a mirarlo. Nos aburrimos pronto de verlo a un buen señor girando sin otra novedad alrededor de una cancha; decidimos volver a lo de Tale que era un punto de reunión para escuchar música, hablar de chicas y bebernos las variables de terere a la carta que era un detalle en la casa de Tale. En realidad se llamaba Jacinto pero ni en su casa lo conocían con ese nombre.

El día transcurrió con la rutina de siempre aquel ultimo año de Colegio. Resistencia a estudiar en horas diurnas, dejándolo todo para la noche y madrugada, quizás una forma también de mantener al “grupo unido” hasta la hora del colegio. De hecho ya andábamos con la camisa blanca en la mochila y con la corbata en el bolsillo.

Alguien llego al final de la tarde con un sumario de temas ( era Botánica?) y nos aseguró que eran las preguntas del examen del día siguiente y que lo consiguió con el novio de la profe que era amigo de su padre y no se que historia. Para que pa. Eso basto para declarar jornada libre y la consigna que una hora antes del examen nos juntaríamos a repasar los temas y ya. 

Nos quedaba pues la noche libre y fuimos por hamburguesas a “Costa Azul” y como Isidrin Araujo -  creo que era él -  cantaba esa noche, ya no había nada mas que discutir, nos quedamos golpeando mesas con Creedence y pensando en un amor imposible con “Quizas porqué” de Sui. 

Serían las tres de la mañana cuando alguien de nosotros, en una pausa de canciones dijo:  - Muchachos, tengo una idea, una maldad, una maldad importante.

Giramos el rostro, encendimos todas las miradas de complicidad posible hacia el proponente. 

“ Vieron Lorenzo Prieto?” … Como sabemos si en realidad el sigue pedaleando a esta hora? Y que si a esta hora duerme y después se despierta de nuevo tempranito a seguir?

- Vamos! , reaccionó alguien de inmediato.

Pagamos la cuenta, lo cual puso muy contento a Juan Ramon Perez que estaba en la caja y nos enfilamos, 6 cuadras hacia el rio, donde se encuentra la cancha de basquetbol del 1ero de Mayo.

Los portones estaban cerrados y solo había un sereno. El sereno nos aseguró que Prieto seguía pedaleando pero que no había acceso en ese momento, que recién a las 06.30 abrirían. Le dijimos que si no nos abría el portón íbamos a ir a la radio a denunciar que no nos dejaron entrar seguramente porque Prieto dejó de pedalear. 

El sereno refunfuñando nos pidió que esperemos afuera e ingresó. Diez minutos después nos dijo, pasen y empezó a sonar una cumbia de los Wawancó ni fuerte ni bajo, mientras se podía apreciar en la recién pintada cancha del Mayo al mismísimo Lorenzo Prieto camiseta blanca con bandera tricolor y pantaloncito de satén blanco, girando cansino y casi somnoliento alrededor de la pista. 

Pepin Borba asegura que cada vez que pasaba frente a nosotros, que nos plantamos allí en la segunda fila de gradas, nos miraba muy mal, murmurando incluso algo que no entendíamos porque en ese tiempo todavía no había tipos de la tele que leían los labios.

Lo cierto es que nos quedamos hasta las 04, hasta las 05,  hasta las 06, mientras el pobre Lorenzo seguía girando con una grave mirada perdida en la somnolencia. Veinte años después Al Pacino habría de hacer un rostro mas o menos así en INSOMNIA - te acordás - con Robin Williams.  

A las 06.30, cuando abrieron los portones para que la gente ingrese oficialmente a ver a Lorenzo Prieto en su ultima jornada, decidimos que era hora de abandonar el lugar habiendo certificado que Prieto no durmió un sueño.

Teníamos una holgada media hora para caminar hasta el colegio y repasar los temas del examen. Chicho Vazquez sacó del bolsillo el preguntario y empezó a enunciar: Examen de Botanica, pregunta uno. 

Atrás venia Waldi, quien traía el libro y se ocuparía de ir dictando las respuestas para que el grupete vaya memorizando.  Efectivamente extrajo el libro doblado del bolsillo y como no respondía, Chicho reiteró la pregunta, nadie se detenía, seguíamos caminando todos hacia el Colegio donde nos aguardaba la profe de Botanica y el aula de examinación. Allí se escucho a Waldi balbuceando algo desde atrás. Cuando giramos el rostro lo vimos con una palidez mortal. En un hilo de voz dijo algo asi como..” kore, traje el libro de Lógica..”

Alguno reflexionó tiempo después que ese fue un castigo de Dios por ser tan mbores como fuimos esa noche con Lorenzo Prieto, al obligarlo a pedalear - sin excusas - en tales horas desiertas de la madrugada. 

Que ganas de complicar la vida, no?


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