La vez que tocamos con la Negra Sosa.
La
primera vez que lo contó fuè durante una competencia de motos. Estábamos así, yo
sentado a la izquierda, luego se sentaba Pepín, allí ya estaba Isacio y después
no recuerdo quien, creo que era alguien que había llegado con Isacio, Benito,
ponele que solia andar con èl.
Era
muy capo el Sever Brizuela ganando todos los campeonatos de moto cross y nosotros
siguiéndolo a todas partes. Fue en una de esas tardes de rugir de motos que
Isacio, quien acababa de volver de Buenos Aires nos contó la historia.
El
grupo de Rock que tenían en el pueblo, se llamaba Alma Mater, fue a Buenos
Aires para una gira por Obras. No; no tocaron en el estadio de Obras, tampoco
fue una gira artística, ellos ya no
podían vivir de la música en el pueblo entonces fueron por obras de
construcción, a rebuscar un tiempo de albañiles, aprovechado que el hermano de
uno de ellos tenia una empresa que contrataba construcciones.
Entre
motos que iban, saltaban y venían, Isacio nos conto brevemente sus historias y
de “aquella vez que tocaron con la Negra Sosa”. Yo ya le mirè a Pepin y Pepin
me mirò a mi. Cosa que te revienta pues es que los perros cruzan el rio y ya te
venden sus historias de fantasía. Pero lo dejamos pasar. Ni nos sorprendimos ni
le preguntamos nada, para que se diera cuenta que no tragábamos ese cuento.
La
segunda vez que contò eso fue una noche de Diciembre, entre la 4ta y la 5ta
sidra y al finalizar la escucha de algo de Les Lhutiers que el propio dueño del
Almacen donde estábamos, el Pato Ganso Aguirre, había traído de Corrientes.
Contò
que el hermano había organizado un asado en una casa-quinta que reparaban en las afueras de
Buenos Aires y que la Negra había
caído un domingo cuando ensayaban y se puso a cantar con ellos.
-
nndee, y después que pasò, les llevó
como “Alma Mater” al Teatro Colon – reaccionó Otto en prueba de abierta
incredulidad.
-
Te juro por mi madre, incluso Pablito Rios tiene
fotos… - reaccionaba Isacio.
-
Trae las fotos, no te creo nada, dejate de
bolear chamigo, decime que estuvieron con, que se yo, Pablito Ruiz, Sabú, cosas asi, pero “La Negra Sosa” cantò con
nosotros, por favor…por favor…
Varios años después, una tarde de serena pesca en los bajos de la Fabrica,
cuando el lejano tableteo de una lancha marcaba el ultimo contrabando visible a
luz solar , y en tanto estábamos escuchando folklore argentino en
Radio Chaco, cuando se escucho la voz de Isacio, casi como una meditación…
-
Les juro, les juro que cantamos con la Negra
Sosa, me tienen que creer…
-
Y las fotos , las famosas fotos? – le reclamamos
al unísono.
-
Las tiene el colorado Rios en Buenos Aires, ya
vino dos veces por fin de año y no las trajo..
-
Claro, no existen – cortó Pato Ganso.
Para
las navidades del 2002, vino cayendo a una de esas tardes de chismes, guitarra
y tereré en lo del Pato, el Isacio acompañado del Colorado Rios. Los muchachos
al verlo enfilar en la esquina del Colegio Santo Tomàs ya se largaron con la chanza.
-
Mirá viene el Colorado y “La Negra”
El
Colorado regresaba de Buenos Aires después de una década a re-afincarse en el
pueblo, noticia que nos puso muy felices y gran parte de la tarde hablamos de
èl y de sus planes, gran músico, rockero, folklorista, locutor. Buen pibe el
Colorado.
A la hora no faltó quien sacara el tema.
-
Che, Colorado, por años, pero mirà lo que te
digo, poorrr años, aquí Isacio nos rompió los kinotos con el tema de un toque
de ustedes con la Negra Sosa allà por el 90, 92 mas o menos en Buenos Aires,
obviamente las veces que nos contò no le creimos y siempre nos salía con el
cuento que vos tenias las fotos de ese histórico momento con la Negra –
discurseó Pepin que paró un rato para tomar el aire, y prosiguió interrumpiendo al Colorado
que pretendía hablar – no! no queremos mas garganteo, queremos ver las
dichosas fotos que dice el Isacio que existen…
El
Isacio estaba que le salían los ojos de la
angustia o la emoción, no sabíamos determinar todavía.
-
Bueno – dijo el Colorado – quieren ver las fotos
de Alma Mater tocando con la Negra en una casa quinta en construcción en las
afueras de Buenos Aires…
-
Si, de lo contrario se cierra aquí el capitulo y
nunca mas se habla del tema, entendiste Isacio? – cortó el Pato Ganso…
-
Pero hay un problema de información allí - dijo
el Colorado con un toque de suspenso- en realidad no fue solo con la Negra.
-
Naaaa – cortó Pepin – dejaaaate, ahora me vas a
decir que también estuvo Charly Garcia…
-
Nooo… - canchereó el Colorado – Charly sí
estuvo, pero no cantó, pero si cantamos también con el León Gieco y con Nito
Mestre.
Después de 28 segundos de silencio, Jorge, que permanecía en
silencio reaccionó:
-
Miren muchachos, durante
10 años, ¡diez años!, eh?, dale con la historia ésta, y nosotros,
si bien nunca le creímos le tolerábamos como el cuento del provinciano que
vuelve a su tierra a contar historias fantásticas. ¡Ahora viene el Colorado y
tenemos que tragarnos que un día el grupo que no tenia laburo aquí, va a Buenos
Aires a laburar de albañil, y que al día siguiente van a levantar una pared en
una casa quinta. Que el dueño les invita a un asado el próximo domingo para que
toquen algo, y que en ese lugar caen, en este orden, La Negra Sosa, Charly
Garcia, Nito Mestre y Leon Gieco y encima cantan con ustedes! … pero… ¡¿pueden
dejar de joder y no contarnos nunca más esta historia hasta que nos volvamos a
encontrar en un asilo de ancianos..??!
El Colorado que ya venia canchero desde hacía rato, descorrió
lentamente la cremallera de su mochila, estiró del interior un álbum de fotos,
lo abrió en sus páginas centrales y sentenciò:
-
Ta bien, si quieren no les contamos màs, nunca
mas, de cuando Alma Mater fue a Buenos Aires a tocar con La Negra, Gieco y Nito
Mestre, pero capaz que - ahora- quieran ver las fotos.
(El
epilogo de este relato no esta escrito porque las fotos que el lector debe
observar a continuación nos exime de mas palabras )
Esas cosas que pasaban en mi pueblo.-
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