Ser
periodista, principalmente si uno esta en la radio y aun peor en la tele,
produce la gracia siempre pruriginosamente agradable de la popularidad y el
afecto, pero con algunos perfiles de fastidio en ciertos y puntuales casos.
Primero
y principal es que uno nunca deja de ser un aparato proveedor de noticias, cualesquiera
fuera el sitio de la reunión, el circulo social, deportivo o familiar al que
asistieras y la circunstancia que fuera, esto es, un sepelio o una serenata.
Si
uno trabaja en “Radio Periquita” la primera pregunta de alguien del grupo de
reunidos, apenas uno llega, como para romper el hielo, se diría, es casi de manual: “¿ siempre estás en Radio
Periquita, vos?”, te preguntarà, así te terminara de escuchar en Radio
Periquita esa misma tarde, en el auto, mientras iba al súper a comprar un vino
para esta reunión.
Apenas
atines responder, todavía con la sonrisa
de cordialidad hilvanada en tu rostro, él mismo preguntador inicial quemará su
ultimo cartucho con el segundo clásico, en relación a alguien que trabaja en la
misma radio, por ejemplo:
-
che y Victor Benitez pio es grosero luego así
cuando no hace su programa y todo.
Allí
es donde vos empezás a pensar en una respuesta embolada y una amable, pero
siempre optaras por la amable. ( salvo que seas el mismísimo Victor Benitez) La
embolada sería, “ no se, no vivo un poco con Victor Benitez”; pero terminás
despachando la opción mas amable:
-
jajaja.
Si.
Solo te reirás. Es amable, cordial, apachuntosa ( no se que significa, acabo de
inventarla) y lanza un mensaje directo. “Me rio y no te respondo, curioso.”
Sonara
la campana del primer round y continuaran todos hablando de los costos de
reparación actual del sistema de inyección de autos de Korea, que era el tema
debatido al momento en que vos,
perifonero de noticias, apareciste en tal conclave de amigos, conocidos
y desconocidos; y todo porque al hermano
del primo de tu amigo Felipe se le ocurrió inaugurar su quincho, obviamente,
con un asado. Con que va a ser ¿ con pastafrolas?
No
tardara 7 minutos, para que un gordo de remera del Ratón Mickey que parecía
inofensivo al fondo, semia-costado en una hamaca paraguaya, se ocupe del
siguiente bullying, justísimo en el momento en que vos descubriste que bajo ese
mantelito de punto cruz se escondían, calentitas aun, unas empanadas de Areco y
pretendías manotearlas. Y preguntara así:
-
Che, vos que sos periodista. ¿ Es cierto que
Jaegli esta en el bailando porque va a ser candidato a intendente?
Entonces
vos esperas un segundo, le bajas el primer bocado entre la punta del repulgue y
a dos pulgadas para abajo, tentando que el dogor al verte comer desista la
repregunta, porque te das cuenta también que el resto no le ha dado gran atención,
pero… olvidalo, volverá a la carga, con un arma aún mas letal.
-
Che loperro, aquí el periodista “ade” saber
porque lo que baila Jaegli, si es cierto que va a ser candidato.
Y
los perros van a terminar girando el rostro hacia vos, con mirada inquisidora y
una sola expresión tacita: “¡Contestá pues! ”
Vos
que ya sabias que el circuito de evolución de las preguntas de asado funcionan
así, trataste de devorar tu primera empanada con gran rapidez entre la primera
pregunta, tu silencio y la segunda, pero – aun cuando la devoraras completa de
un bocado – nada impedirá que tengas que hacer un gran esfuerzo para deslizar
el bolo alimenticio atorado a la altura de la corbata, y , empezar a responder
al pueblo, allí reunido.
No
te salvaras, de dos preguntas mas,
relacionadas con el mismo tema. Generalmente vinculadas a fantasías y leyendas
urbanas que vos aborrecías y combatías públicamente en tus programas pero que
aquí terminaras festejando solo para salir del interrogatorio y tener derecho a
comer ese matambrito tiernizado que acababan de servir en tiras aun humeantes.
Las
preguntas accesorias además suelen partir de la propia necesidad de los amigos
de afirmar sus propios conocimientos con un asentimiento del periodista que se
encuentra en la sala.
- “
che, es cierto que el se hizo el bypass gástrico para adelgazar. – te
preguntara el rubio con pinta de oficinista de after oficce, antes de comer el cuarto de chorizo que
sostiene en la mano - porque ellos si tienen derecho a comer- y a quemarropa
anexará la segunda “ cuantos kilos ya
bajó”?
Ibas,
siquiera aun a responder o tratar de hacerlo, sino tan siquiera a generar
sinapsis, para producir algo coherente, cuando uno del fondo agregará, casi
como lanzándote un “ ya que estamos contestame èsta también”, la pregunta de aquellas que terminan por
levantarte un leve ardor caluroso a la altura de la mejilla izquierda, mas que
nada porque su construcción es tan intrincada, inconexa y barroca, que el solo pensar en ella te genera ganas de
sufrir. Sera así mas o menos:
-
Y este Jaegli… el paga o le pagan para
participar. ( pausa milisegundistica) porque viste que se peleo luego con
Zucolillo , parece que tenían un cementerio juntos y les comió Lucho Gonzalez.
Seguro que va a ir todo dolorido al senado después de cada baile, verdad?
Como
haces para responder todas esas preguntas?, este colgajo de ideas?, pero mas
que nada, como haces para creer que no es una joda de Tinelli por parte de 16
tipos, que se están morfando a mil la picada pre asado, y vos allí, pensando que
contestar.
Pero
tenés que calmarte porque recién andás por la mitad.
Alguien
propondrá una chinchoneada, eso te aliviara un poco; algunos aceptaran, pero
otros dirán que no y lo peor… a uno se le ocurrirà decir,
-
“ vamos na a hablar nomas con nuestro amigo
periodista que esta aquí, boluo…”
Vos ya
no sonreirás aunque pretendas – en un muñón sanguinolento de amor propio que te
queda – que fue un acto de valoración y generosidad contigo, al tiempo en que
ensartarás con el mondadientes una feta de butifarra y un trozo de mbeyú, bien
tostado, para que mañana no quede dudas de lo que te produjo semejate pyahai.
Es
entonces, y no en otro momento, cuando aparecerá otra institución del
rompebolismo clásico con el periodista que pretendió gozar un asado con los
amigos: todos allí saben que vos sos un periodista radial que te ocupas de
temas políticos y económicos. El 80 por ciento de los concurrentes escucha tus
programas y jamás sintonizan allí una puta información deportiva.
Pero
eso no basta para detener el siguiente interrogatorio obligado de los asados:
-
che y vos que sos periodista, ( “vos que sos periodista” es el gran
argumento incriminatorio, for ever) que lo que se puede hacer de ese arbitro Amarilla,
boluo, ese pio es pariente de Leoz, mbaé…
-
Solo
debes respirar. Tomar aire y dejar que se enracimen mas preguntas que vendrán,
no seguidas, sino yuxtapuestas:
-
Nderacoooore …cierto boluo. – saltara otro - Y
vos que estas allí en la radio. ¿ que se sabe del Tata? Es cierto que Zapag le
llamo el otro día y no le atendio el teléfono?
-
Pera na un poco, pera na un poco - interrumpirá el del cigarrillo electrónico –
vamos na a preguntarle lo del pendejo que mostro su camiseta de Jesús, es
cierto que la protesta de los jugadores antes de los partidos es por eso o
porque mierda lo que es…
Vos
que sos muy meticuloso en no revistar nunca las páginas deportivas de los
diarios tratas de conciliar inteligencia, astucia, diplomacia y eficiencia para
salir de éste mazacote de preguntas y terminás aprendiendo – ojo, con los años
– que podes responder, literalmente, cualquier cosa, y la perrada asentirá,
satisfecha y con la cabeza, solo porque
vos “trabajas en la radio”. Ante la metralla inquisidora anterior responderás
por ejemplo:
-
Lo que pasa es que el futbol paraguayo atraviesa
su peor momento. (esa frase nunca falló) Se perdió a Bielsa que podría haber sido
alguien que trabaje cimiento de nuevo , pero el resto es vyroreí, lo cierto es
que no nos vamos al mundial
( y para terminar le agregás un dato que sembrará confusión
por un rato, el tiempo suficiente para tomarte un respiro y un trago de mala
cerveza)
…y
con no ir al mundial el país pierde 575 millones de dólares…
“575….”
– balbucerá uno, pero se quedaran mirándose unos a otros por un momento irregistrable
por cronometro racional alguno, que te
permitirá recordar aquella frase de la florida niñez cuando podias decirte a tu
santa madre, “ mama, cuando nos vaaaaamos??”.
Si
superas este penultimo round, posiblemente te darán unos 6 minutos de pausa.
Durante
esos seis minutos los tipos recibirán una nueva fuente de bananitas de carne,
morcillas, sopa paraguaya, y chorizo para continuar la “toscaneada”, se
servirán vino, reabastecerán de cerveza sus manijas y se preguntaran sobre
alguna cosa vinculada a direcciones y como se llega a algún lugar. No faltara
el que sabe mucho de esas cosas y explicara que se trata de una calle que
“muere” en tal parte o en el mejor de los casos que “choca” con la calle tal, o
aun mejor, que explicara que la casa del tipo de marras queda en la esquina de
esa calle donde dobla el 42.
En
ese lapsus de seis minutos, no pierdas tiempo. Tenés que aprovechar para
hacerte un choripán en 2 minutos, devorarlo en 4 y pasarte la servilletita y
pedir lo que has de beber ,en el minuto de anexión, porque no va a faltar
alguien que te coloque otro clásico preguntario al periodista designado, como
un gancho al mentón.
-
Che y cuanto ganan Mabel Renfle y eso” – preguntará justo el que prepara el
asado, sin desviar la mirada de las costillas que están saliendo.
-
Obviamente
vos tenés un segundo para recordar a Mabel ,a quien querès mucho, y uno mas
para tratar de discernir con tus mejores neuronas quienes son “y eso”.
Guay! si llegas a responder con una evasiva,
comprensible y obvia, en tanto no sabés, como por ejemplo :
-
“ vos sabes que no se cuanto gana Mabel, che…”
Allí
es cuando desde el fondo, a la derecha, del mismísimo flaco de barbita de
candado que vos no escuchaste emitir sonido en toda la noche, se esputara esa
frase detonante:
-
Y si. Lo peridista se cubren todo luego.
Para
que pa. De inmediato te preguntaran si es cierto que Luis Bareiro le defiende a
Vierci, si es verdad que Mina es socia comercial de Kalè, si Carlos Peralta
tiene un pariente en la función publica, si Torres dejó Abc….
A
esa hora exactamente, vos ya estas seguro que no querés comer nada mas, que
solo querés saber donde hay un sanitario para simular una meada y volver a
casa, saltando una murallita cubierta de miramenometoqueis sin despedirte.
Sacrificado
es.
Un
asado es, en rigor, una reunión de amigos que se juntan para chupar y comer y ,
al mismo tiempo, un interrogatorio al periodista ese que suele venir . -
No hay comentarios:
Publicar un comentario