Fretes-í
De chico lo conocimos así. Era retacón, había algo de rubio en los vestigios de su pelo espinado y siempre cortado a cero, como castigado por don Pereira el peluquero de la esquina. Fretes-í aquel que al saludarte te hincaba con el dedo entre las costillas hasta ocasionarte dolor, el que se animaba a tomar un sapo con las manos e introducírtelo, en un descuido, bajo el cuello de la camisa. El que siempre parecía enojado, a sus 10 años.Era Fretes-í el que se hizo famoso por su animadversión con los payasos. Eran los tiempos en que se los empezaba a contratar para los cumpleaños infantiles y eso ponía muy felices a los niños del barrio. Pero lo de Fretes-í, no tenia nombre. Apenas empezaba la función y cuando “daba gusto”, allí cuando los payasos hacían el famoso numero de sacar chocolates del sombrero, era cuando irrumpía Fretes-í, con lo de siempre: les asestaba una certera patada en los testículos, che.
Al principio se pensó en el barrio que era un hecho aislado, pero en la medida en que pasaban los cumpleaños y los payasos, se repetía lo de Fretes-í: comenzaba confundido entre los demás chicos , aparentemente feliz con los pases mágicos y las ocurrencias de los payasos, y luego saltaba de improviso, y paf!, la patada.. allí.
Lo jodido era que los pobres payasos acusaban con bastante molestia y la natural paralización – conocida en guaraní como el efecto pyaká, intraducible al español- y algunos de ellos quedaban tendidos en el piso, como cuando los jugadores de futbol reciben un pelotazo en las partes bajas. Incluso, Francisquito, hijo del doctor Gamarra, que conocía algo parece, les ayudo en varias ocasiones, alzándoles las piernas hasta que se recuperaban. Interín los chicos se morían de la risa y Fretes-í, hacía lo de siempre, abandonaba el cumpleaños; algunos aseguran que preso de una enfermiza carcajada que recorría varias cuadras.
La cosa se había puesto muy seria ya, tanto que se había conformado por ese tiempo la ASOPACUMPLEPI ( Asociaciòn de Payasos de cumpleaños de Pilar) y su propio presidente, Desiderio Mario Martinez se llegó hasta la casa paterna de Fretes-í a denunciarlo con sus padres. Al final no pudo hacerlo con comodidad porque en el fondo de la sala se instalò Fretes-i y en la medida que Martinez relataba los hechos a sus padres, éste les enseñaba un dedo amenazante.
Como el chico reincidió varias veces más, ( lo del cumple de Marcio Chavez ya fue escandaloso porque al payaso Plin Plan Plun tuvieron que reanimarlo en urgencia de IPS), la ASOPACUMPLEPI decidió emitir un documento por el cual anunciaban que ya no trabajarían en cumpleaños donde asistiera Fretes-í, e incluso leyeron por Zp12 el comunicado, escrito por cierto en un tono respetuoso, casi comprensivo, quizás por tratarse de un menor, o quizás por el temor que éste ya había despertado en el gremio.
Hubo un intento, ahí, del mánager del Yunke Perez, el boxeador del pueblo, de poner a disposición de la ASOPACUMPLEPI un par de protectores de partes bajas de esos que se utilizan en las peleas, pero los nobles integrantes de esta asociación, todos payasos buena gente, gente seria de la comunidad, creían que este gesto solo serviría para asumir con normalidad lo que a todas luces parecía un gesto inapropiado de éste niño del Barrio Gral Díaz.
Se supo de varias intervenciones nuevas de Fretes-í, sin estar siquiera invitado, incluso con el recurso de ponerse un bonete de cartón y un bigote de plástico, para ingresar clandestinamente a los cumpleaños.
Finalmente la ASOPACUMPLEPI, cortó por lo sano y decidió suspender sus actuaciones en el Barrio General Díaz, aquel año, previo rechazo de una propuesta de la Policía de apostar a agentes de civil, y con pantalones cortos, en los cumpleaños para detectar a tiempo la presencia de Fretes-í.
La familia Fretes se mudó ese año a Asunciòn y no supimos mas de èl, hasta que este domingo lo encontré, en la Parroquia de la Sagrada Vendimia, 30 años después, en el momento en que me suministraba la comunión. Quise saludarlo, pero yo estaba con la lengua afuera y él muy serio en su rol de pa-í.-
se convirtió en sacerdote, vaya cambio!!!
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